L-Triptófano: 500 mg
Una vez que se encuentra en el organismo, el triptófano se convierte en 5-hidroxitriptófano, el cual luego puede transformarse en serotonina. El cuerpo no puede producir naturalmente este aminoácido; por lo tanto, es necesario que forme parte de la alimentación o que se ingiera como suplemento. El triptófano es un componente de muchas proteínas de origen animal y vegetal. Se encuentra en los productos lácteos, la carne de res, las aves, la cebada, el arroz integral, el pescado, la soya y el maní.*
Vitamina C (ácido ascórbico): 604 mg
La vitamina C se encuentra en los pimientos (dulces, verdes, rojos, rojos picantes y ajíes verdes), los cítricos, los repollitos de Bruselas, la coliflor, la col rizada, el repollo, la acelga, las hojas de mostaza, el brócoli, la espinaca, la guayaba, el kiwi, las grosellas y las fresas. Los frutos secos y los cereales contienen pequeñas cantidades de esta vitamina. Es importante tener en cuenta que la cocción destruye la actividad de la vitamina C.
La vitamina C es esencial para la salud del sistema inmunitario, favorecer la buena salud cardiovascular, promover niveles saludables de colesterol y proporcionar una defensa antioxidante. El organismo no produce vitamina C por sí solo, ni tampoco la almacena; por lo tanto, se debe incorporar mediante la alimentación y los suplementos.*
Potasio (bicarbonato): 384 mg
El potasio es un electrolito que se almacena en los músculos. Entre los alimentos ricos en potasio se encuentran la banana, la naranja, el melón, el aguacate, la espinaca cruda, el repollo y el apio. El potasio es un macromineral esencial que ayuda a mantener el equilibrio de los fluidos en el cuerpo. También participa en una amplia variedad de procesos bioquímicos y fisiológicos Entre otras cosas, el potasio favorece la transmisión normal de impulsos nerviosos, la contracción de los músculos cardíacos, esqueléticos y suaves, la síntesis de ácidos nucleicos, el mantenimiento de la tonicidad intracelular y el mantenimiento de la presión sanguínea normal. En 1928, se sugirió que las altas ingestas de potasio podían ayudar a mantener la salud cardiovascular. El potasio contribuye a la relajación muscular normal y la emisión de insulina. También favorece la síntesis del glucógeno y las proteínas, y es un electrolito que contribuye a mantener un ritmo cardíaco normal. El potasio favorece la capacidad del organismo para regular los niveles de agua, para recuperarse del ejercicio y eliminar desechos.*
Calcio (lactato, carbonato, sulfato, citrato): 375 mg
La mayor concentración de calcio se encuentra en la leche. Otros alimentos ricos en calcio son las verduras como la col rizada, el repollo chino, las hojas de mostaza, el brócoli, la col china y el tofu. Es un mineral esencial con una amplia variedad de funciones biológicas. El calcio existe en los huesos, principalmente en forma de hidroxiapatita (Ca10 (PO4)6 (OH)2).
La hidroxiapatita es responsable de aproximadamente un 40 por ciento del peso del hueso. Estructuralmente, el sistema óseo necesita calcio y actúa como depósito de este. Además de ser un componente principal de huesos y dientes, el calcio promueve la contracción muscular normal, la buena salud del sistema nervioso, el ritmo cardíaco, la coagulación de la sangre, la secreción glandular, la producción de energía y el funcionamiento del sistema inmunitario.*
La ingesta diaria de suficiente calcio es necesaria para mantener una óptima densidad ósea y huesos y dientes saludables; se ha demostrado que alivia el síndrome premenstrual. Por lo tanto, cuando el organismo no recibe la cantidad diaria recomendada de calcio, lo extrae de los huesos.
La hormona paratiroidea (HPT) es la que regula la cantidad de calcio en sangre. Una alta concentración de calcio en el organismo está relacionada con la buena salud cardiovascular y con niveles de colesterol normales. En la revista especializada de la Asociación Americana de Dietética (American Dietetic Association), un estudio reveló que el calcio ayuda a las mujeres de mediana edad a mantener un peso saludable.*
Magnesio (carbonato, citrato, glicinato, óxido): 300 mg
El magnesio es un componente de la parte mineralizada de los huesos y estimula el metabolismo del potasio y el calcio en los adultos. Ayuda a mantener niveles normales de potasio, fósforo, calcio, insulina y adrenalina. También estimula la movilización normal del calcio, ya que lo transporta hacia el interior de la célula para una mayor utilización. Juega un papel fundamental en el funcionamiento normal de los músculos y el tejido nervioso. El magnesio favorece la síntesis normal de todas las proteínas, los ácidos nucleicos, los nucleótidos, el monofosfato de adenosina cíclico, los lípidos y los carbohidratos.
Actúa junto con el calcio en la regulación del corazón y la presión arterial. Es importante destacar que el magnesio también contribuye con la capacidad del organismo para formar huesos y dientes sanos y que favorece el desarrollo del tejido muscular. El magnesio actúa con el calcio y la vitamina D para mantener los huesos fuertes. También contribuye a la salud cardiovascular ya que favorece la actividad plaquetaria y ayuda a mantener niveles normales de colesterol.*
Niacina (también conocida como niacinamida): 20 mg EN
La niacina juega un papel esencial como coenzima (NAPH/NADPH) de alrededor de 200 enzimas que promueven la respiración normal de los tejidos, la síntesis de los ácidos grasos y de las hormonas esteroideas, el metabolismo de los carbohidratos y de los aminoácidos y el transporte de hidrógeno. Cuando los niveles de niacina son bajos, el organismo puede utilizar el L-triptófano para fabricar la vitamina. Para producir 1 mg de niacina, el cuerpo debe usar 60 mg de L-triptófano, un proceso que puede agotar rápidamente los niveles de L-triptófano. Cuando los niveles de niacina son suficientes, el L-triptófano se puede usar para otras necesidades como mantener niveles saludables de serotonina.*
Vitamina B6 (piridoxina HCl): 4 mg
La vitamina B6 participa en la conducción normal de los impulsos nerviosos, la regulación de las hormonas esteroideas, el catabolismo del glucógeno para la glucosa, la hemosíntesis y la síntesis/el metabolismo de los aminoácidos y los neurotransmisores. Después de la conversión a piridoxal fosfato (PLP), la vitamina B6 actúa como cofactor de muchas reacciones enzimáticas que incluyen el L-triptófano, como por ejemplo la conversión del L-triptófano a serotonina.*
Riboflavina (vitamina B2): 2.9 mg
La vitamina B2 se encuentra en el hígado, los productos lácteos, las verduras de hoja verde y algunos tipos de mariscos. Funciona como una coenzima junto con otras vitaminas del complejo B. Estimula la formación de glóbulos rojos y favorece el sistema nervioso, la respiración, la producción de anticuerpos y el crecimiento normal. Favorece la salud de la piel y las uñas, el crecimiento del cabello y la actividad normal de la tiroides (una tiroides saludable es esencial para mantener un peso saludable, entre otras cosas). La vitamina B2 refuerza la habilidad del organismo para convertir los alimentos en energía como parte de la cadena de transporte de electrones, impulsando la energía celular en el micronivel. La riboflavina es beneficiosa en el embarazo y la lactancia y también para los atletas quienes requieren muchas calorías. La vitamina B2 también promueve la descomposición normal de las grasas. Es soluble en agua y el cuerpo no puede almacenarla sino en cantidades insignificantes. Debe reponerse diariamente.*
Manganeso (sulfato): .5 mg
El manganeso es un mineral que se encuentra en grandes cantidades tanto en los animales como en las plantas. Entre las fuentes alimenticias más importantes de manganeso están los cereales integrales, los frutos secos, las verduras de hoja y los tés. El manganeso se concentra en el salvado de los granos, el cual normalmente se extrae durante el procesamiento.
Este elemento solo se encuentra en el organismo en cantidades mínimas y se deposita principalmente en los huesos, el hígado, los riñones y el páncreas. El manganeso favorece la formación del tejido conectivo, los huesos, los factores de coagulación sanguínea y las hormonas sexuales. Favorece el metabolismo de grasas y carbohidratos, la absorción de calcio y la regulación de azúcar en sangre y favorece la función normal del cerebro y de los nervios.
El manganeso es un componente de la enzima antioxidante manganeso superóxido dismutasa (MnSOD). Los antioxidantes depuran los radicales libres que el organismo produce de forma natural, pero que pueden acelerar el proceso de envejecimiento. Los antioxidantes como la MnSOD pueden neutralizar los radicales libres.
Algunos expertos calculan que el 37 por ciento de los estadounidenses no ingiere las dosis diarias recomendadas de manganeso en su alimentación. Esto puede deberse a que los cereales integrales son una fuente alimenticia principal de manganeso; sin embargo, muchos estadounidenses consumen cereales refinados con más frecuencia que los integrales. Los granos refinados aportan la mitad de la cantidad de manganeso que aportan los integrales.
Boro (citrato): .5 mg
El boro es un mineral que se encuentra en grandes cantidades en los alimentos de origen vegetal como las frutas secas, las nueces, las verduras de hoja verde oscuro, el puré de manzana, el jugo de uvas, las arvejas y los frijoles secos cocidos. El boro se encuentra en la mayoría de los tejidos, pero principalmente en los huesos, el bazo y la tiroides. Actúa en el metabolismo normal de hormonas y huesos y contribuye con la capacidad del organismo para formar y mantener huesos saludables. También ayuda a retener cantidades adecuadas de calcio y magnesio para promover una mineralización ósea adecuada. El boro es un cofactor esencial para la conversión de la vitamina D en su forma activa. Participa en el mantenimiento de membranas celulares saludables, en un funcionamiento y una agilidad mental adecuados y contribuye a los niveles normales de estrógeno sérico y calcio ionizado.*
Vitamina D3 (colecalciferol): 12.5 mcg (500 IU)
Los seres humanos pueden obtener vitamina D principalmente con la exposición frecuente a la luz solar. Entre las fuentes alimenticias de la vitamina D están la leche fortificada con vitamina D (100 UI por taza), el aceite de hígado de bacalao, los pescados grasos como el salmón, y se encuentra en pequeñas cantidades en las yemas de huevo y el hígado.
La vitamina D estimula la absorción de calcio y fósforo y la producción de varias proteínas que participan en la absorción y almacenamiento del calcio, y actúa conjuntamente con el calcio para fortalecer los huesos. Participa en el transporte normal de calcio desde los osteoblastos hacia el fluido extracelular y los riñones. También promueve la reabsorción normal de fosfato y calcio por los conductos renales y el epitelio intestinal. Favorece el crecimiento normal de las células de la piel y ayudar a mantener la producción normal de insulina en el páncreas.*
Vitamina A (1% como betacaroteno): 362 mcg EAR
La vitamina A es liposoluble. Entre las fuentes de vitamina A se encuentran las vísceras (hígado y riñón), la yema de huevo, la mantequilla, el jugo de zanahoria, el zapallo, la batata, la espinaca, el durazno, los productos lácteos fortificados y el aceite de hígado de bacalao. La vitamina A es también parte de una familia de compuestos que incluyen el retinol, el retinal y el betacaroteno. Todos los tejidos del organismo utilizan la vitamina A para su crecimiento y reparación.